martes, 26 de marzo de 2013

Nuestro Cuerpo Espiritual


Dijo Jesucristo “No tengas miedo a los que matan el cuerpo sino a los que matan el alma“… Y somos nosotros mismos los que dejamos nuestra alma morir, por inanición.
Las instituciones religiosas se quedaron inmóviles en el tiempo pasado, y sus normas y formas se hicieron rígidas, empañadas por sus propios intereses. Muchas personas, decepcionadas, abandonaron la fe… sin plantearse que religión y espiritualidad no van de la mano forzosamente.

La Espiritualidad (nuestro cuerpo espiritual) es una parte intrínseca de nuestro ser. Estamos incompletos si no la atendemos y alimentamos. De ahí, el sentimiento hondo de vacío o infelicidad que muchos sienten y no saben por qué. No tiene nada que ver con lo exterior. No se trata de poseer más o seguir creencias. Nada que ver con lo externo a nuestro ser esencial. Muy al contrario: lo que echamos en falta, sin ser muchas veces conscientes de ello, es el contacto con nuestra alma. Necesitamos la protección y guía de su Luz. Precisamos de esa energía vital que sólo nuestra alma y corazón pueden brindarnos para nuestro enriquecimiento como seres humanos.

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