martes, 3 de septiembre de 2013

Nuestro Cuerpo de Luz

Nuestro Cuerpo de Luz

La forma más elevada de la Energía Femenina Divina -a la que pertenecen también la Gracia, Belleza, Serenidad y Ternura- es la Compasión. Todas ellas, además, están englobadas en la Energía Primordial que es el Amor Incondicional.
 
Para entender el alcance y magnitud de cómo nos afectan estas energías y cómo trabajan, debemos experimentarlas porque esta comprensión no se procesa en la mente ni siquiera es captada por una mente débil…

Gran parte de los seres humanos vivimos en condiciones bajo mínimo respecto a nuestro potencial y capacidad como seres humanos. Hemos perdido la Luz que debía mantenernos atentos a nuestra condición divina. Y hemos perdido también la ambición de evolucionar, sencillamente por estar tan alejados de ella. Volver a sentirnos inspirados y ASPIRAR de nuevo esa unión y conexión, es el despertar que estamos viviendo en estos momentos. Son dolorosos pues se nos exige cambios radicales. Es un morir para poder renacer; una transformación total.Caminar por la senda del Amor Incondicional significa  vivir el Amor sin expectativas ni exigencias, como primer paso.

En este proceso donde ponemos en práctica la generosidad desinteresada, sin juzgar, comienza a crecer la compasión en nuestro corazón que ha ido deshaciéndose de reproches, envidias, rencores… y es así como se irá creando en nosotros la sanación en nosotros mismos; a través de la Conciencia y conexión con nuestro ser esencial, quien somos. 

Estamos, entonces, conectándonos con nuestra naturaleza angélica, nuestro cuerpo de Luz, diseñado para ser el canal de conexión con las fuentes cósmicas que nos ayudan a desarrollar todo nuestro potencial divino.

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