¿Cuántas veces no hemos puesto una canción que nos gusta en nuestro reproductor, para sentirnos mejor?
Existe una terapia que emplea la música para la curación y tratamiento de ciertas enfermedades: la Musicoterapia.
La musicoterapia es el uso planificado y creativo de la música para alcanzar y mantener la salud y el bienestar general. Las personas de cualquier edad pueden beneficiarse de un programa de terapia musical, independientemente si son o no músicos. Hay muchos enfoques diferentes para aplicar esta terapia, que puede ser, desde el simple hecho de escuchar la música, hablar de música o bien algo más complejo como crear música...
¿Cómo
puede ayudar la música?
La
música es una parte habitual de la vida de todos nosotros.
Constantemente estamos expuestos a música: en radio, televisión,
móvil, mp3, etcétera. Concretamente
forma parte constante de nuestra vida, y se ha comprobado que puede
intervenir en el estado emocional de una persona.
Ésta
terapia puede mejorar el aprendizaje, desarrollar la autoestima de la
persona, reducir el estrés, apoyar el ejercicio físico,
y facilitar otras tantas actividades relacionadas con la salud.
La
musicoterapia se usa con personas de todas las edades y con una
variedad de condiciones, incluyendo: trastornos
psiquiátricos, problemas de salud, discapacidades físicas,
deficiencias sensoriales, discapacidades del desarrollo, adicciones,
trastornos de la comunicación, problemas interpersonales, y el
envejecimiento.
Música
contra la depresión
La
musicoterapia puede ayudar a algunos pacientes a combatir la
depresión, según un estudio publicado en el 2008: se demostró
que los
pacientes que recibían éste tipo de terapias, eran menos propensos
a presentar síntomas de depresión que aquellos que no recibían
musicoterapia.
La música y el estrés
La música puede tener la capacidad de reducir el estrés del día a día, las personas que reciben musicoterapia combaten no sólo el estrés, también la ansiedad y le depresión. Muchos terapeutas recomiendan escuchar música suave, por lo menos dos veces al día, durante 15 días, para reducir el estrés.
La melodía musical, para combatir el autismo
La
musicoterapia puede ayudar a mejorar las habilidades de comunicación
de los niños con trastorno del espectro autista,
no obstante, aún se necesitan más estudios para comprobar que los
efectos de la musicoterapia, contra éste tipo de transtorno sean
duraderos, lo que es seguro es que mientras reciba la terapia, el
afectado mostrará mejoría.
Beneficios
de la música, en el tratamiento de cáncer
Las
investigaciones indican que la musicoterapia puede ofrecer una serie
de beneficios para las personas que enfrentan el cáncer, ya
que ayuda
a reducir el estrés y por lo tanto, alivia síntomas como las
náuseas y vómitos resultados de la quimioterapia, haciendo más
llevadero el tratamiento de cáncer.
Aunque
la musicoterapia se usa con frecuencia para promover la salud mental
y emocional, hay que tomar en cuenta que cualquier
persona puede beneficiarse con ella,
ya que podemos combatir el estrés y la ansiedad que tanto nos afecta
hoy en día, además ayuda a mejorar la calidad de vida de las
personas que hacen frente a enfermedades desgastantes.
Lo que puedes esperar de una sesión
Como he mencionado antes, la musicoterapia puede incluir varios aspectos, desde escuchar música clásica, hacer música, tocar algún instrumento simple, escribir canciones, etcétera. El objetivo es fomentar la expresión emocional del paciente y por consiguiente, reducir el estrés y ansiedad, mejorar el estado de ánimo y también la calidad de vida.
Es
importante hacer hincapié en que los pacientes, no
necesariamente tienen que ser músicos, ni haber tenido una formación
musical previa para gozar de los beneficios de ésta terapia.
Los musicoterapeutas creen que todas las personas, independientemente
de su edad o su preparación musical, tenemos una capacidad básica
para la expresión y apreciación musical.
Terapias alternativas para la Depresión
La
depresión es uno de los males más frecuentes en la actualidad. La
persona se aísla, pierde capacidad de concentración, se siente
cansada y desmotivada, siente tristeza y ganas de llorar. En
los casos graves se presentan pensamientos o intentos de suicidio.
En esta última situación siempre hay que recurrir al tratamiento
medicamentoso.
Para
la medicina oriental, la depresión pertenece a las “enfermedades
del espíritu”.
La persona con depresión se va alejando de su “centro”
emocional, perdiendo de esta manera el contacto con sus capacidades y
respuestas creativas. El reto consiste, en volver a conectar a
ese ser consigo mismo.
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