miércoles, 29 de mayo de 2013

Alinear Mente y Corazón

Cuando se rompe el fluir de la energía vital en nosotros, bien sea por problemas emocionales o de salud física, sin darnos cuenta nuestras energías se dispersan y nos salimos de nuestro Centro (si es que previamente estábamos en él).
Lo más común en la mayoría de las personas, es dar por normal, vivir en un estado de conflicto y dispersión. Desde la inconsciencia, el no saber pensar adecuadamente y el vivir reaccionando sin control ante cualquier suceso trivial cotidiano, hace que uno se desgaste energéticamente y se ausente del centro de sí mismo, para vagar en el sentimiento de confusión y el “no sé”…

Si no somos capaces o no nos ponemos a trabajar para educar y someter a nuestra mente, ésta dominará de forma caprichosa y asilvestrada nuestra vida, creando estados emocionales alterados y desequilibrados. El resultado es: SUFRIMIENTO.
Sufrimiento por todo, Preocupación por lo que pasó y por lo que puede pasar, Queja, depresión, tristeza, amargura, desesperanza, negativismo, victimismo… y la mente que se va debilitando causará, finalmente, poca memoria, poca energía, insomnio, etc.

¿Qué significa alinear mente/corazón? Primeramente, debemos crear una disciplina en nosotros (fortalecer la voluntad). Crear el hábito de hacer diariamente unos ejercicios de concentración.

Lo más sencillo y eficaz es volvernos observadores de nosotros mismos. Traer nuestra mente, una y otra vez, al Presente; a este momento. ¿Estoy cocinando? pongo toda mi atención y dedicación a cocinar amorosamente. Sólo existe este momento. ¿Estoy descansando? Me relajo y no dejo que la mente me atrape en ningún pensamiento sobre ayer o mañana… respiro conscientemente y voy a saborear mi paz interior.

Cuando perdemos de vista el momento presente y nuestra mente se distrae y vaga en conjeturas, fantasías y cálculos sobre el futuro, estamos desperdiciando nuestra energía y nuestro tiempo.

El equilibrio y alineación de mente/corazón nos brinda armonía y claridad mental.
Vivir desde la mente, es vivir mecánicamente desde la inseguridad, la duda y el sufrimiento.

Una mente lúcida, centrada y alineada con el corazón, nos hace ser intuitivos, conscientes de nuestra realidad y nos conecta con la Conciencia Suprema.A partir de este logro, el Espíritu divino que vive en tí, te guía e ilumina tu camino, siendo consciente el propio dueño de tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario