sábado, 3 de agosto de 2013

¿Dónde Buscas?

¿Dónde buscas?... Una antigua historia.

Se cuenta que una noche en un poblado los vecinos encontraron a una anciana buscando algo por el camino del pueblo, era una mujer mayor y al verla los vecinos se acercaron para ayudarla.

-¿Qué estás buscando? ¿Cómo podemos ayudarte? Le preguntaron a la anciana

La anciana les contestó:
- Estoy buscando mi aguja… la he perdido.

Los vecinos empezaron a buscar también, pero observaron que el camino era muy grande y una aguja es algo muy pequeño para poder encontrarla, aunque todo el pueblo se uniera a la búsqueda era algo casi imposible, así que se acercaron a la anciana para que les contara dónde la había perdido y así tener más posibilidades de encontrarla.

La anciana, de repente, preguntó: ¿Y qué tiene que ver dónde he perdido mi aguja?

Los vecinos se miraron sorprendidos, no entendían lo que la anciana les decía eso. ¡Se ha vuelto loca! pensaron.
- Si no nos dices dónde la has perdido, no te podemos ayudar...

- Bueno… la he perdido en mi casa

- ¿Y por qué la estás buscando aquí fuera? Le preguntaron. 

- Porque aquí hay luz y dentro no.

Esta historia es para que empieces a abrirte a  posibilidades, abrirte a encontrar lo que buscas de otra manera. Buscas fuera porque es lo que conoces, en personas, en circunstancias y te sientes más cómodo. Buscar dentro resulta más incómodo, pero es sólo porque hace mucho tiempo que no estás contigo mismo, que no disfrutas de tu propia compañía y te has convertido en un extraño para ti. 

Es como subirte en un ascensor con una persona que no conoces, te sientes incómodo, nervioso,  no sabes donde mirar, que decir. Pero si vas coincidiendo más a menudo con esa persona en el ascensor, poco a poco esa incomodidad desaparece, empezarás a mirarle, a hablarle, a escucharle. Igual pasa con nosotros, a medida que vamos pasando más tiempo con nosotros mismos nos vamos sintiendo más a gusto, más cómodos.

Fuera es lo que conoces, lo que ves, lo que sientes, lo que tocas. Pero cuando empiezas a mirar dentro de ti, es cuando realmente todo empieza a cambiar. Puede que dentro de ti al  principio  esté oscuro, como en la casa de la anciana,  pero es igual que cuando entramos en una habitación o en un espacio cerrado desde fuera y está muy soleado,  todo está muy oscuro, pero poco a poco tus ojos se van relajando, la oscuridad empieza a desaparecer, tus ojos se adaptan.

Cuando vas pasando cada vez más tiempo contigo mismo, tus ojos se van relajando y vas aumentando tu visión y cada día ves un poco más, cada día ves mejor. Empieza a pasar cada día 5 minutos contigo mismo, en silencio, respirando profundamente, con los ojos cerrados, disfrutando de estar más relajado, simplemente observando como entra la respiración y como sale.

Muchas de las respuestas a nuestras preguntas se contestan solas, cuando estamos en silencio, pasa 5 minutos contigo para escucharte y podrás comprobarlo por tí mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario