"LA TRISTEZA Y LA FURIA"
Había una vez
un estanque maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura
donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las
tonalidades del verde se reflejaban permanentemente.
Hasta ese
estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose
mutua compañía, la tristeza y la furia. Las dos se quitaron sus
vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia,
apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se
baño rápidamente y mas rápidamente aun, salió del agua.
Pero
la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la
realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera
ropa que encontró. Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la
de la tristeza. Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy
calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar
donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o
mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y
lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con
que su ropa ya no estaba. Como todos sabemos, si hay algo que a la
tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única
ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
"Cuentan
que a veces, cuando uno ve al otro furioso, cruel, despiadado y ciego
de ira, parece que estuviera enojado, pero si uno se fija con
cuidado, se da cuenta de que la furia es un disfraz, y que detrás de
esa furia salvaje, se esconde en realidad la tristeza"
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